CIUDAD DEL VATICANO.- “Cuando eso (la homosexualidad) se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer por medio de la psiquiatría, para ver cómo son las cosas. Otra cosa es cuando eso se manifiesta después de los 20 años”, dijo el papa Francisco a los periodistas que lo acompañaban en el avión de regreso de Irlanda a Italia. La palabra “psiquiatría” fue luego retirada del texto oficial con el que el Vaticano relató la conferencia de prensa. Un portavoz dijo que se hizo “para no alterar el pensamiento del Papa”.

“Cuando el Papa se refiere a ‘psiquiatría’, está claro que quería dar un ejemplo sobre las diferentes opciones de lo que hay que hacer”, explicó la española Paloma García Ovejero, y sostuvo que el pontífice no quería decir que se trata de “una enfermedad psiquiátrica”.

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La frase fue pronunciada cuando el pontífice respondía a una pregunta sobre qué le diría a los padres que detecten orientaciones homosexuales en su hijo. “Les diría que recen, que no condenen, que dialoguen, entiendan, que den espacio al hijo o a la hija”, dijo, y consideró que había que tener en cuenta varias aspectos, entre ellos la edad y la historia personal. Luego añadió la frase del comienzo.

“Nunca diré que el silencio es un remedio. Ignorar a su hijo o hija con tendencias homosexuales es un defecto de paternidad o de maternidad”, declaró.

Rechazo

Las declaraciones del papa generaron rechazo entre las asociaciones de defensa de los homosexuales franceses que las tildaron de “irresponsables” al tratar la homosexualidad como si fuera una enfermedad.

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La homosexualidad figuraba en la lista de enfermedades mentales desde los años 50, hasta que, en 1973, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, decidió sacarla del de Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales (DSM, según sus siglas en inglés). Desde entonces, no se considera a la atracción por el mismo sexo como una enfermedad.

Según la oficina de prensa del Vaticano, “con esa palabra no quiso decir que era una enfermedad psiquiátrica, sino algo psicológico”, explicó.

Francisco pronunció estas palabras de regreso de un difícil e histórico viaje a Irlanda, marcado por las denuncias y acusaciones de abusos por parte del clero y el papel de la Iglesia en ocultarlos y de proteger a los abusadores. (Infobae-Especial)